Emine Sevgi Özdamar - Seltsame Sterne starren zur Erde (cont.)
Tratamiento de los temas representativos de la literatura del discurso multicultural en Seltsame Sterne starren zur Erde
El idioma como tema
En el punto 3.3.2.5. (Vid pp. 256 ss., donde se hace referencia al idioma como espejo que refleja la fragmentación de la identidad) se alude al interés suscitado por el tema del idioma, similar al de la identidad entre estos autores en tanto en cuanto que la lengua constituye un elemento decisivo en la construcción y conservación de la identidad. En dicho punto se refiere también que la lengua, como espejo reflector del conflicto intercultural, se torna portadora de las dificultades de identidad.
La importancia de la lengua en los textos de Emine Sevgi Özdamar en general y en Seltsame Sterne starren zur Erde en particular se traduce en diversos aspectos: el empleo que hace de la lengua para representar situaciones, el modo en el que recrea la lengua en esta obra, la manera en que utiliza la lengua simultáneamente como vehículo de expresión de foraneidad y, por último, actúa como medio de reconstrucción de la propia identidad.
Por consiguiente, en la obra aquí elegida se aborda esta cuestión desde dos ángulos. Por una parte, se analiza la lengua como tal y el tratamiento dado a la misma en la novela, y, por otra parte, se estudia el uso que la escritora hace de la lengua alemana.
La lengua como tema
En lo referente al aspecto temático cabe resaltar que la escritora dota de identidad propia a la lengua, personificándola como si de un individuo se tratara. La lengua refleja, además, el estado anímico del yo narrativo, que sufre, con anterioridad al abandono de su país, una crisis de identidad causada por la situación política en la que se halla Turquía. Dicha crisis es, precisamente, en gran medida el desencadenante de su decisión. El dolor producido por las circunstancias políticas conduce a la narradora a un estado de perplejidad, que la priva de la palabra. La infelicidad originada por la estupefacción le obliga a plantearse el momento en el que un individuo pierde la lengua materna:
“»Ich bin unglücklich in meiner Sprache. Wir sagen seit Jahren nur solche Sätze wie: Sie werden sie aufhängen. Wo waren die Köpfe? Man weiß nicht, wo ihr Grab ist. Die Polizei hat die Leiche nicht freigegeben! Die Wörter sind krank. Meine Wörter brauchen ein Sanatorium, wie kranke Muscheln. Es gibt eine Stelle am Ägäischen Merr, wor drei Ströme zusammenkommen. Man bringt Säcke mit Muscheln aus Istanbul, Izmir, Italien dorthin, die im schmutzigen Wasser krank geworden sind. Das saubere Wasser aus den drei Strömen heilt in ein paar Monaten die erkrankten Muscheln. Dieses Stück Meer nennen die Fischer Muschelsanatorium. Wie lange braucht ein Wort, um wieder gesund zu werden? Man sagt, in fremden Ländern verliert man die Muttersprache. Kann man nicht auch in seinem eigenen Land die Muttersprache verlieren?«“ (Özdamar, Emine Sevgi (2003): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 23)
Parece interesante el símil de las almejas. Las almejas enfermas de suciedad sanan en el Egeo, allí donde confluyen tres ríos. Las palabras también pueden sanar. Sin embargo, ¿cuánto tiempo durará la convalecencia? No cabe duda que Özdamar está refiriéndose a la situación política de su país. ¿Cuánto tiempo durará dicha situación?
Merecen especial interés las dos últimas frases del texto anterior, pues constituyen el nexo de unión entre las dos posibles causas de pérdida de la lengua materna. Ésta puede acontecer, por una parte, en el extranjero debido al alejamiento del país de procedencia y los entornos familiares y conocidos y, por otra, en la alienación que el individuo experimenta en una situación política adversa.
En este caso y como se anuncia anteriormente, la situación vivida en la patria deja a la autora-narradora perpleja y sin palabras. La novelista experimenta la estupefacción antes de viajar al extranjero. La vida en el extranjero no es la causa primera de la perplejidad. Por el contrario, esta estupefacción es anterior a la emigración y tendrá una influencia decisiva en la determinación de la narradora de abandonar su país de origen:
“…: »Und dein Traum, in Berlin das Brechttheater zu lernen?«
»Nur dieser Traum kann mir helfen. Wenn die Zeit in die Nacht eintritt, suchen sogar die Steine eine neue Sprache.«“ (Özdamar, Emine Sevgi (2003): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 28)
Ante la ausencia de palabras sólo cabe buscar una nueva lengua, una nueva identidad. En este sentido, la escritora invierte el argumento sostenido por gran parte de escritores y estudiosos. No es la emigración la causa del desconcierto, sino que éste existe, en muchos casos, antes de la marcha y se acentúa en el país de acogida, cuando o si el emigrante tiene dificultades de adaptación.
El yo narrativo, después de decidir su marcha al extranjero, se muestra abierto a las posibles influencias que este cambio ejercerá sobre su identidad:
“Ab jetzt sind wir in der deutschen Sprache, dachte ich, die Kühe verstehen Deutsch, die Katzen, die Hunde verstehen Deutsch, und Österreich ist wie eine Postkarte, die man nicht mit einer Briefmarke nach Hause schicken kann.“ (Özdamar, Emine Sevgi (2003): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 31)
En este fragmento se observa cómo la narradora acepta el hecho de estar en suelo extranjero y, por tanto, la necesidad de adaptarse. Asimismo, subraya la diferencia entre una y otra cosmovisión, cuando afirma “… und Österreich ist wie eine Postrarte, die man nicht mit einer Briefmarke nach Hause schicken kann.” (Özdamar, Emine Sevgi (2003): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 31)Es consciente de la existencia de dos formas culturales diferentes que no son susceptibles de ser transplantadas.
A propósito de la lengua en la obra se discierne de nuevo la idea de aquella como portadora de poder, pues quien domina la lengua del país puede hacerse oír, influir en los demás, ejercer autoridad y dirigir a terceros.
“…, und es war strikt verboten zu sprechen. Die Sprache würde einengen, die Menschen dächten in Mustern: »Wir lassen nichts mehr in unser Herz. Unsere Seele wird nicht mehr berührt. Sprache ist Macht, Sprache ist Wissen, Sprache ist Dominanz.«“(Özdamar, Emine Sevgi (2003): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p.62)
El predominio de la lengua, enfatiza la futilidad de la misma, cuando se abusa de las palabras. El exceso provoca la ineficacia. Por tanto, aunque Berlín Oeste exude por todos sus poros palabras, consignas, eslóganes, la lengua ha dejado de ser efectiva. De ahí que la perplejidad experimentada en Turquía siga acompañando al yo narrativo en Berlín. La ciudad dividida se convierte una vez más en símbolo. Ahora en símbolo de perplejidad. La narradora experimenta esta estupefacción tanto en uno como en otro lado, en la parte occidental por el exceso de palabras y en la parte oriental por el defecto de éstas.
“Auch die Mauer war zur Westseite hin voller Sprüche, wie die Toilettenwände in den Stundenkneipen.
NO FUTURE, LASST UNS LEBEN, ...
[...]
überall standen diese Sprüche, ...
[...]
.... Ganz Westberlin war ein Wörterkrieg. Aus allen Löchern kamen Wörter heraus und hatten keine Wirkung. [...]
Der Westberliner Wörterkrieg war wie das verlängerte Echo eines echten Krieges.“ (Özdamar, Emine Sevgi (2003): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, pp.65-66)
Y en la parte oriental:
Auf der Ostberliner Seite der Mauer gab es keine Sprüche, sie war leer, nur Beton war zu sehen. Auch an den Hauswänden keine Sprüche.“ (Özdamar, Emine Sevgi (2003): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p.67)
Prácticamente todos los críticos literarios coinciden en el comentario sobre el empleo que Emine Sevgi Özdamar hace de la lengua. Afirman que su estilo contraviene con frecuencia las normas gramaticales y las convenciones lingüísticas (Véase Wohlthat, Martina (1993): “Die Grabmalstraße. Emine Sevgi Özdamars Roman einer Kindheit in der Türkei“, en: Basler Zeitung, 2.2.1993.; Binder, Elisabeth (1992): “Im Namen Allahs: hochpoetisch. Emine Sevgi Özdamars neuer Roman“, en: Neue Züricher Zeitung, 3.12.1992; Milz, Sabine (2000): Comparative Cultural Studies and Ethnic Minority Writing Today: The Hybridities of Marlene Nourbese Philip and Emine Sevgi Özdamar, en: CLCWeb: Comparative Literatur and Culture: A WWWeb Journal ISSN 1481-4374, CLCWeb Library of Research and Information… CLCWeb Contents 2.2. (June 2000).
La novelista emplea muy a menudo oraciones yuxtapuestas, subordinadas, oraciones coordinadas copulativas y adversativas, así como formulaciones discordantes, reflejando de esta manera el uso que hacen los hablantes no nativos de la lengua. Recurre de forma reiterada a comparaciones extrañas y locuciones insólitas. Asimismo, plasma la lengua hablada y coloquial en sus textos.
El resultado de esto es un estilo que carece de fluidez y tan concreto que se transforma en ingenuo e infantil, caracterizado por cambios abruptos y constantes en la perspectiva narrativa.
Por otra parte, se observa cómo la autora incluye en el texto el elemento asociativo por medio del que una idea da paso a otra. De este modo, la narración parece avanzar a saltos. Es más, estos saltos y cambios en la perspectiva narrativa son de tal magnitud que ofrecen como resultado una inconsistencia narrativa. El siguiente fragmento evidencia uno de estos cambios de perspectiva:
“Die Bewegungen meiner Großmutter waren langsam wie im Halbschlaf. Durch die hohen Häuser auf der Karl-Marx-Allee wirkten die Menschen ganz klein.“ (Özdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 81)
El salto y, por consiguiente, el cambio de perspectiva que tiene lugar en este fragmento es inmenso, pues no sólo es un cambio geográfico, de Turquía a Alemania, sino que también tiene lugar un cambio de descripción interna a descripción externa; por un lado, los movimientos de la abuela que se desarrollan en estado de duermevela y, consecuentemente, en el interior de la casa. Por otro lado, refiere el efecto que ejercen los edificios sobre la percepción del tamaño de las personas, en la calle.
Esta falta de cohesión en la perspectiva narrativa no viene precedido por ningún elemento previo que prepare al lector o le indique de algún modo que va a tener lugar un cambio. Por tanto, se aprecia una inconsistencia narrativa:
“Heute fuhr ich mit der Straßenbahn durch Ostberlin. Die Straßenbahn spielt an vielen Plätzen die Hauptrolle. Plötzlich steigen viele Menschen aus und rennen zu einer anderen Bahn. In Istanbul fuhren die Nachtbusse auf den einsamen Straßen am Meer entlang, manchmal rannten die Hunde hinterher. Hier ist kein Hund zu sehen.“ (Özdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 87)
El tranvía y el viaje en él constituyen los elementos de unión por medio de los que el yo narrativo cambia nuevamente de plano geográfico y narrativo. El medio de transporte ‘tranvía’ asociado a autobús permite a la narradora trasladarse geográfica- y temporalmente en el relato. Geográficamente por el cambio de localización y temporalmente por el salto hacia atrás en el tiempo, siendo, además, un cambio totalmente inesperado.
De este modo, la autora dota de foraneidad el relato, al romper los esquemas del lector por medio de la lengua y de la perspectiva.
En cuanto al uso frecuente de oraciones subordinadas, cabe destacar que se trata de una subordinación lineal y simple. Teniendo en cuenta que la subordinación frecuente o habitual en lengua escrita alemana se caracteriza por una estructura envolvente, puede llamarse simple a la subordinación lineal y secuencial. Este tipo de subordinación es el que se observa en los textos de E.S. Özdamar en general y en esta obra en particular:
“18.15 Uhr zu Hause. Ich fühle mich nicht gut. Aber ich will mit dieser Laune nicht zu Hause bleiben. Ich habe die Schuhe gewechselt und bin zum Ostbahnhof gelaufen. Mit dem Zug zur Friedrichstraße. Es ist regnerisch.“(Özdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 116)
Al observar el fragmento superior, se aprecia que las oraciones del mismo son simples, coordinadas adversativas y coordinadas copulativas. Llama la atención el punto entre la oración simple “Ich fühle mich nicht gut.” y la oración adversativa “Aber ich will nicht zu Hause bleiben.”, así como la oración “Mit dem Zug zur Friedrichstraße.“, que permiten ser interpretadas como ejemplos más cercanos al lenguaje hablado que a la lengua escrita.
En cuanto a lo que aquí se ha llamado oraciones subordinadas simples, se cita seguidamente un ejemplo en el que la oración subordinada temporal, interrumpida por una oración de relativo con función de objeto circunstancial de lugar, se antepone a la oración principal:
“Als ich das Bühnenbild vom Bürgergeneral wiedersah, in dem es nur ein Bett, einen Tisch, einen Stuhl, einen Herd und einen Schrank gab, wurde ich ganz ruhig.“(Özdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 169)
De forma similar se lee en el fragmento inferior, cómo Emine Sevgi Özdamar emplea preferentemente oraciones subordinadas simples:
“Als der Bauer Märten heute in der Probe in die Ecke pinkelte, dachte ich an meine Großmutter, die dasselbe tat. Wir gingen in Istanbul in heißen Sommernächten ins Freilichtkino, wo wir in einem Garten unter Bäumen vor einer großen Leinwand saßen, Immer wieder standen die Zuschauer auf, kauften Kürbiskerne und Limonade, und auf der Leinwand sah man Humphrey Bogart und Ava Gardner. Wenn wir nach Hause gingen, pinkelten meine Großmutter in den Straßengraben.“(Özdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, pp.170-171)
De esta manera, se observa que la escritora recurre a la descripción realista y directa de los hechos, los combina con imágenes y metáforas innovadoras – a menudo resultado de traducciones literales del turco (En la conversación mantenida el 1 de septiembre de 2006 con Selim Özdogan éste confirmó esta interpretación, corroborando la costumbre de esta autora de traducir literalmente del turco al alemán) – y obtiene como resultado un estilo nuevo y sugerente que llama la atención del lector por su singularidad.
El tema del país de procedencia
Esta obra muestra dos vertientes de este tema que se corresponden con dos momentos diferentes en la vida del yo narrativo. Por un lado, la imagen que la narradora ofrece de su país de procedencia en el instante histórico en que tiene lugar la narración, los años 1976 y 1977. La instantánea así ofrecida es amarga y desengañada, y en ella predominan la violencia y brutalidad del régimen turco. La virulenta situación política del país será, precisamente, el motivo por el que el yo narrativo decidirá emigrar.
Por otro lado, la narradora evoca, de forma paralela, en primera persona una imagen idealizada de Turquía al revivir imágenes reminiscentes de su infancia.
Como ya se menciona en el punto 4.1.2.1 (Vid. Capítulo 4.1.2.1 ‘Recreación literaria de la propia identidad’)., Özdamar no critica en sus obras los temas planteados, sino que se limita meramente a poner de manifiesto los hechos. Esto es precisamente lo que hace cuando expone la situación política en el país otomano de 1976. Relata los hechos de forma objetiva sin caer en redundancias y sin emitir juicios de valor, libre de sentimentalismo. Este modo de dejar constancia de los hechos, exento de toda connotación negativa, resalta la brutalidad de los mismos y de las acciones cometidas por el régimen turco:
“Ein blinder Anwalt mußte in einem Gefängnis am Marmarameer in einer engen Zelle einen Monat lang stehen. Er konnte sich nicht hinhocken, sich nicht hinlegen, auf der Zellenerde lag getrocknete Scheiße von den Gefangenen vor ihm. Er konnte nur im Stehen pinkeln und scheißen, und wenn das Meer Wellen schlug, stieg das Wasser durch die Risse in der Gefängnismauer bis hoch zu den Knien des blinden Anwalts.“ (Oezdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p25)
Esta exposición pone de manifiesto cómo la descripción neutra y objetiva de una situación humillante enfatiza en mayor grado la crueldad e ignominia de los carceleros y sus mandos superiores.
De forma parecida, la enumeración distanciada e imparcial del fragmento inferior impregna de angustia y desesperación el relato de una redada policial, sin mencionar en momento alguno que de ésta se trata.
“Ich lief im Stadtzentrum Istanbuls umher, plötzlich rannten die Leute. Wohin? Das Obst auf den Ständen in den Straßen kam mir komisch vor. Was suchten dort der Granatapfel, die Weintrauben? Wem sollten sie schmecken? Wie die Menschen, die auf den Straßen durch Kugeln umfielen, fiel auch das Obst aus den Tüten eines Mannes, der vor Angst davonrannte. Menschen verschwanden ganz plötzlich und wurden zu Fotos.“(Oezdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p26)
En este pasaje se observa un quiebro abrupto en el relato por medio del que la protagonista cambia de objeto de descripción. Comienza refiriendo la acción de seres animados y racionales, a continuación enumera la presencia de seres inanimados y vegetativos para, por último, mencionar objetos inertes. Además del cambio inesperado, los diferentes objetos descritos aparecen en un contexto extraño, en el que se les asocia a cualidades y se utilizan en locuciones discordantes. De este modo, se aprecia cómo la frase “Das Obst auf den Ständen kam mir komisch vor” aparece en una locución más cercana al lenguaje coloquial a la par que constituye un uso inapropiado de la misma.
La novelista prosigue con una comparación en la que frutas y personas se ven equiparadas – la fruta cae de la bolsa y las personas por las balas - , para finalmente tornarse las segundas materia inerte, al convertirse en fotografías.
Pese a la ecuanimidad y objetividad del relato, esta objetividad es sólo aparente, ya que el análisis más detallado deja constancia de la gran consternación que la brutalidad provoca en el lector, lo que se refleja a través de la deshumanización experimentada por los seres humanos, convertidos primero en fruta y convertidos finalmente en fotografías, siendo reducidos de esta manera a objetos inertes y muertos.
Como se decía al comienzo de este epígrafe, la autora presenta, a su vez, una imagen idealizada de Turquía, que se corresponde con la evocación que tiene, por un lado, de la patria de su niñez y, por otro, de los momentos felices de su matrimonio. De estos dos recuerdos uno es más cercano en el pasado inmediato y atañe a los momentos felices de su matrimonio, mientras que la otra fotografía es más lejana en el tiempo al pertenecer a la etapa de infancia y adolescencia de la narradora en primera persona.
Ambos retratos muestran una vida tranquila y apacible, que el yo narrativo plasma a través del estado de elementos de la naturaleza como son el bosque, el viento, el mar, etc.:
“Auch neben dem Waldhaus in Istanbul, wo ich mit meinem Mann gelebt hatte, stand ein Baum, dessen Zweige der Wind, der vom Marmarameer kam, an mein Fenster schlug. Ein Maulbeerbaum. Abends liefen Igelfamilien unter diesem Baum herum.“ ((Oezdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p55)
La evocación de los elementos ’árbol’, ‘ramas’, ‘viento’, ‘mar de Mármara’, y ‘la familia de erizos’ presentan un momento idílico; la paz del entorno se refleja en el espíritu del yo narrativo, siendo este momento bien diferente del que plasmaba la narradora en el fragmento anterior (p.26). La imagen de estas líneas invita al relax y la distensión.
En este mismo sentido cabe interpretar el retrato de abuela que duerme bajo los perales:
“Meine Großmutter schlief als junges Mädchen in heißen Nächten oft unter den Birnbäumen, Das hatte sie mir einmal erzählt, als wir auf ihrer Truhe saßen und Zigaretten rauchten.“ (Oezdamar, E.S. (2004): Seltsame Sterne starren zur Erde. Köln: Kiepenheuer und Witsch, p. 98)
En este ejemplo se aprecia cómo el yo narrativo retrocede a una época en la que una muchacha puede dormir al aire libre sin temer nada. Destila placidez y tranquilidad. Hay tiempo para contarse historias mientras se fuma un cigarrillo
Por consiguiente, la autora ofrece dos imágenes bien diferentes de Turquía, logrando de esta manera transmitir una imagen bastante real y objetiva del país, en la que aspectos positivos y negativos se dan la mano. No practica una crítica mordaz y destructiva de la situación política, así como tampoco exagera en el retrato idealizado de su país. Por el contrario, intenta en todo momento mantener un tono neutral y aséptico, acercándose de este modo bastante a la realidad multifácetica del país.